30 de marzo de 2009

Ecos

Ya no soy el cazador de ecos, el que va con una lupa inspeccionando hasta el último rincón para cuando encuentre un eco capturarlo con la bolsa que cuelga de mi otra mano como si fuera una escopeta que apunta constantemente. Ya no soy ese.

Ya no soy el que se aferra a viejos recuerdos, aunque de vez en cuando aún siga viendo uno que otro flotar, otros que me siguen como perros, otros que parecen dormir pero solo entrecierran sus ojos para no levantar sospechas frente a mi.

Los hay de todo tipo, pero yo ya no les presto atención, ya no me trasnochan ni me afectan, así que a lo mejor pronto los encontraré como moribundos en las calles pidiendo a gritos ser alimentados, pidiendo no encabezar una nueva lista de desaparecidos, pero es inminente que eso pase, era inmninente que me decidiera a vivir vivir.