8 de agosto de 2010

A los desaparecidos, al olvido.

Que la tierra vomite los restos
de esos a los que estamos buscando,
que las hojas en que están escondidas
sus coordenadas escupan al fin la tinta
con la que absurdamente fueron tatuadas,
que los ecos de dolor
por fin queden libres
y dejen de retumbar
en nuestros corazones,
que verdad y justicia
dejen de ser solo eslogans,
solo peticiones,
y se conviertan simplemente
en verdad y justicia.

Que pare ya este absurdo,
que al olvido se le olvide
lo que está ocultando
y que luego llegue el sueño
y nos balancee
en sus brazos
y al fin podamos dormir,
al fin podamos pasar
una noche en paz.